BIOMECÁNICA DE LA RODILLA
La rodilla es la articulación más compleja del organismo y en la cual la evolución filogenética alcanza su máximo desarrollo.
La articulación de la rodilla está compuesta de:
1. Componentes óseos:
- Cóndilos femorales
- Platillos tibiales
Revestidos ambos por el correspondiente cartílago. Aunque el peroné está articulado con la tibia, queda al margen de la articulación de la rodilla, siendo en el tobillo, donde ejerce su papel.
2. Meniscos de adaptación, situados sobre los platillos tibiales.
3. Aparato de contención:
- Tendones musculares
- Cápsula
- Ligamentos colaterales
- Ligamentos cruzados, que son intraarticulares y tienen la característica de estar revestidos por la membrana sinovial, con lo que se forman en la articulación dos cámaras; una medial y otra lateral. Al mismo tiempo cada cámara presenta dos cavidades, una inframeniscal y otra suprameniscal
4. Membrana sinovial: la articulación de la rodilla es muy grande con un extenso revestimiento sinovial, siendo esta membrana una de las más diferenciadas del organismo humano. Además de su epitelio sinovial, tiene gruesas capas elástico-conjuntivas y célulo-adiposas. Su función es máxima, reabsorbiendo y formando la sinovia (líquido sinovial).
5. Rótula: se articula con el fémur en la parte media de su superficie anterior y de su superficie articular, constituyendo la articulación fémoro-patelar.
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